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Domingo a las seis de la tarde, concierto en la Iglesia de S. Vicente y con entrada a beneficio de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago, sí, alguien pensó: na, van a ir cuatro  gatos, ¡pues lleno!, y es que se trata de un grupo coral ya conocido de los seguntinos, con tal nivel que nadie se lo pierde. Celebraban su quinto aniversario como formación y también los cinco años de su presentación (oct de 2012) en la misma parroquia para celebrar la creación de la Asociación. Todo el concierto (9 piezas mas una propina) fue a 8 voces, lo que entraña una dificultad grande incluso para profesionales. La incorporación este año del nuevo bajo, aporta un sólido armazón sobre el que construir el conjunto restante, donde ninguno de los miembros destaca pues todos aportan lo justo y necesario para un buen sonido. Las dinámicas, coloraturas y empastes alcanzaron grandes cotas y algunos de sus miembros, durante la ejecución, llegaron a emocionarse debido a la tensión controlada en tan hermosas obras; éstas fueron un ramillete escogido desde hace 500 años hasta nuestros días, con F. Guerrero, T.L. de Victoria, O. Gibbons, R. Pearsall, A. Brukner, T. Jennefelt, E. Elgar, R.Vaughan Williams , E. Whitacre y una propina  de M. Harris. La magia de la iglesia de San Vicente, con su asimetría, su cristo,  la luz circulando en la tarde, y las voces, nos alcanzaron muy profundamente. Destaco la interpretación recogida de los “Ave María” tanto de Vitoria como de Brukner; el “Warning to the rich” de T. Jennefelt con sus susurros, voces y canto (¡qué difícil!); el “Lux aeterna” de Elgar, con ese foco de sol corriendo a buscar al cristo colgado en la pared tras el altar mientras escuchábamos y el “Santus-Osanna” de Williams en el pasillo, en medio de la iglesia, enfrentados de a cuatro. Los componentes regalaron a su director-tenor Javier Ruiz Morote una batuta como recuerdo de este aniversario. El público apreció la calidad y calor de la interpretación y grandes aplausos sonaron para conseguir la propina y después para despedirlos. Hasta la próxima donde quiera que sea, ahí estaremos.