Autoconsumo fotovoltáico en Romanones

Entre las ponencias de la jornada sobre crisis energética y mundo rural, celebrada en Albendiego estuvo presente Econactiva, la cooperativa de energía verde de Castilla-La Mancha, cuyos portavoces informaron sobre la posibilidad del autoconsumo eléctrico mediante la instalación de placas solares. Uno de sus responsables, Gustavo Rioja, nos habló sobre esta y otras cuestiones.

¿Nos puedes hablar del funcionamiento básico del mercado de electricidad en nuestro país?
Se trata de una cadena de varios eslabones, el primero es la generación, es decir todos los métodos conectados a la red para generar electricidad; la nuclear, las centrales de ciclo combinado que queman gas para producir electricidad, las centrales de carbón y luego, las energías renovables. Dentro de las renovables está la hidráulica, los molinos de viento, la fotovoltaica y el biogás. La electricidad que se genera por todos estos medios se conecta a la red de alta tensión y evacúa toda la electricidad mediante la red eléctrica. El segundo eslabón es el transporte, lo lleva a cabo Red Eléctrica Española, un ente semipúblico (el Estado conserva un porcentaje mayoritario pero está participado por Fondos de Inversión que proceden del oligopolio y de las grandes petroleras). El transporte se lleva a cabo mediante redes de torres de alta tensión que van transportando electricidad desde las diversas conexiones a la red del sistema ibérico (Portugal está incluido). De alta tensión se tiene que bajar a baja tensión, de eso se ocupan las 5 grandes distribuidoras (Iberdrola, Unión Fenosa, EON, Hidrocantábrico y Endesa). Son las encargadas de establecen una tensión suficiente en sus plantas de baja y media tensión y hacer llegar a las casas la electricidad a la potencia necesaria para funcionar. El oligopolio de estas 5 grandes distribuidoras surge tras repartirse el territorio del Estado por zonas geográficas. Esa fase del transporte de energía representa un 40% de la factura de la luz y sobre todo se refleja en el término de potencia. Representa el coste de la distribución eléctrica y va directamente a la distribuidora de la zona, en el caso de Sigüenza, a Iberdrola. Es el tercer eslabón. El cuarto eslabón es la comercialización, hay más de 500 comercializadoras en todo el Estado. Son las responsables de facturarte. El quinto eslabón es el consumidor.

¿Qué supusieron las primas a las energías renovables y cuál es la situación actual?
En la época de Zapatero se consideró que la industria fotovoltaica podría tener un desarrollo importante y el gobierno empezó a primar esta industria, respecto a lo que costaba producir el kilovatio de fotovoltaica te primaban con un 25 o 30% de subvención. Se trataba de fomentar las renovables porque España quería por entonces hacer esa transición. Era una época de boom especulativo y el gobierno pensó que las fotovoltaicas podían ser un motor de desarrollo ya que en España existe el clima y la extensión idónea para hacer ese tipo de producción eléctrica. Pero llegó la crisis y se dejó de crecer, las grandes eléctricas que habían invertido en carbón y en centrales de ciclo combinado vieron que se iban a quedar con las inversiones sin retornar. Hay que tener en cuenta de que, por ley, la primera energía que se tiene que comprar por todos los agentes del mercado es la renovable, entonces las grandes eléctricas protestaron por el fomento de las renovables diciendo que si se seguía primando esa energía iban a quebrar. Esto hizo que el propio Zapatero redujera las primas y luego el PP las dejó a un tercio de donde estaban. Aquellas personas que hicieron sus proyectos empresariales basándose en las primas se arruinaron.

¿En qué consiste el llamado “impuesto al sol”?
Actualmente cualquiera puede poner una placa y vender su producción a la red. Pero eso supone ser autónomo o empresa y pagar los impuestos correspondientes. De manera que, si yo como autónomo quiero invertir 10.000 euros en una planta fotovoltaica conectada a red para vender electricidad, si no tuviéramos el impuesto de respaldo, el conocido como “impuesto al sol,” se podía amortizar la inversión en 6 ó 7 años y con este impuesto hay que esperar 15 años hasta amortizarla. Para que sea viable la inversión hay que ir a una producción de 1,5 megavatios, unas dos hectáreas de terreno. Están obligando a que sean plantas realmente grandes ya que para particulares, no resulta viable. Para paliar esto sacaron el Decreto de Autoconsumo Fotovoltaico que dice que toda persona puede ponerse unas placas para autoconsumo con una potencia instalada inferior a 10 kW y consumir directamente cuando hay sol. Con un regulador de salida en el contador que evite que salga nada a la red eléctrica. Solo necesitas registrarte y no tienes ningún tipo de impuesto de peaje, así puedes reducir tu factura eléctrica en un porcentaje de un 30% anual. Con la instalación del kit fotovoltaico al cabo de 6  años se amortiza, luego ahorras durante el resto de los 25 años de vida útil de la instalación. En la cooperativa hay el caso de un socio con una casa rural que se ha aislado de la red, devolviendo el contador a la eléctrica. Le pusimos una instalación solar de 10 kW con unas baterías, un pequeño molino y con agua caliente sanitaria generada por sol. Es decir, que siempre que estés desconectado de la red, puedes hacer lo que quieras. Existe una postura intermedia, entre la venta a red y el autoconsumo, que sería el llamado balance neto, pero que hoy por hoy está sin desarrollar. El balance neto es algo totalmente lógico que funciona en toda Europa excepto en España, dice que si yo tengo una instalación, cuando no consumo, vierto a red y se hace un balance, si he consumido 100 euros y he vertido a red 25, debo entonces solo 75.

Gustavo Rioja junto a Noelia Seller, de Econactiva, en Albendiego.

¿Qué es Econactiva? ¿Cómo surge y cuál es su filosofía?
En 2012 nos juntamos tres personas, dos del sector de la energía fotovoltaica, instalaciones de plantas de esta energía y yo que vengo de la economía social. Nos fijamos en la cooperativa catalana Som Energia y en la cooperativa vasca GoieNer. Esta última nos asesoró, y fuimos dándole forma a la cooperativa. A diferencia de Cataluña o el País Vasco, nuestra región tiene unas características propias, no tiene muchos núcleos urbanos y hay una renta media baja por lo que hay que afinar mucho. Nuestra filosofía es generar y comercializar energía 100% de origen renovable. Queremos transformar el modelo de monopolio actual, que solo beneficia a las grandes compañías eléctricas, hacia un modelo distribuido que esté en manos de los consumidores. Creemos que es necesaria una transición a las energías renovables, nadie discute ya que la dependencia del petróleo es dañina para todos, con la emisión de CO2 que está provocando el cambio climático. Nosotros no compramos a ningún productor del primer eslabón que mezcle su energía con derivados del petróleo. Compramos a fotovoltaicas de Castilla-La Mancha con un 100% renovable. Se trata de generar donde se consume y contribuir a una economía centrada en lo local. En realidad la electricidad de Econactiva que llega a una casa es como la de Iberdrola, yo no te puedo garantizar que esas renovables lleguen al enchufe de tu luz, se mezcla todo en un sistema centralizado. Lo que sí que podemos garantizar es que el 40% de la factura de la luz va a ir a una cooperativa que se dedica a proporcionar a sus socios electricidad de origen renovable y a un productor de energía renovable.

¿Qué servicios que presta la cooperativa?
Decidimos que nuestra cooperativa no podía ser solo una comercializadora de luz sino que debería ofrecer muchos más servicios, como por ejemplo la formación en energías renovables. También nos dedicamos a la generación aunque no lo puede hacer la cooperativa eléctrica como tal, porque está prohibido en el mercado eléctrico que las comercializadoras generen a la vez energía. Lo que tenemos es un acuerdo con varias cooperativas, de Madrid, Soria, Castilla y León y hemos constituido una cooperativa de cooperativas, exclusivamente para la generación de energía. Se trata de que cada cooperativa capte pequeños socios inversores de forma que la gente pueda obtener un beneficio y además pueda ver que está colaborando en la generación de energía limpia. Por ejemplo gasto 1000 euros al año en luz por medio de la cooperativa, al mismo tiempo invierto en una planta de energía renovable que me da un 5,5 %, me hago mi propio balance y probablemente esté equilibrando mi gasto de energía, y además estoy contribuyendo en una cooperativa que está en manos de la gente. Es una manera de saltarnos esta regulación absurda de que no se pueda hacer balance neto.

¿Qué es necesario para ser socio de la cooperativa?
Para ser socio de la cooperativa hay que aportar 100 euros de capital social. Un socio profesional que proporciona servicios, como es mi caso, aporta 300 y un socio colaborador (inversor) puede aportar, a partir de 600 euros, lo que quiera. Precisamente para no tener que pedir dinero a un banco, se ha hecho la cooperativa. Una parte de la cuota de 100 euros va al aval monetario al mercado eléctrico y otra parte es para la gestión y funcionamiento diario de la cooperativa. Este es el capital social, si un socio quiere darse de baja y no tiene ninguna deuda con la cooperativa, se le devuelve lo aportado, una vez pasados tres años desde que lo aportó. Estamos unidos a otras cooperativas en la Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Energías Renovables (UNCCUER), la intención es llegar a una masa crítica de medio millón de consumidores para tener un mínimo de peso para que se nos escuche. Estamos en ello, por ahora somos unos 100.000.

¿Qué ventajas puede ofrecer Econactiva al consumidor?
Nosotros pensamos que no solo hay que ver el lado del ahorro económico, hay que ver de dónde viene esa energía. La nuestra es de origen renovable, y sobre todo una ventaja que ofrece la cooperativa en relación con otras comercializados es que tú no vas a ser un agente pasivo, un abonado. Nosotros analizamos para los socios temas de eficiencia energética, analizando sus picos de consumo. Aunque intentamos tener un precio lo más ajustado posible, no vendemos por precio. Nuestros precios pueden ser un poco más bajos o un poco más altos que la factura tradicional pero lo que si podemos es ser copropietarios de nuestra propia empresa de energía.

Otra cosa son los kit de paneles fotovoltaicos, eso sí que es una medida de eficiencia y ahorro para el socio. Su financiación por la cooperativa a devolver a 6 años, no lo hace ninguna empresa, no es rentable, lo hacemos porque forma parte de nuestra filosofía y los socios nos lo han pedido. El precio del kit es de unos 2.500 euros, el socio tiene que aportar una pequeña parte, por ejemplo 600 euros y se le instala la placa en la modalidad de renting. El kit le ahorra un 30% de la factura eléctrica, a través de la factura con nuestra comercializadora nosotros le vamos a cobrar el precio del kilovatio de las placas de autoconsumo al mismo precio que está pagando el kilovatio de la red pública, de esta manera garantizamos al usuario que no va a tener una facturación eléctrica superior a lo que normalmente le vendría si consumiera solamente de la red eléctrica. Y de esta forma nos garantizamos que en 6 años ha devuelto la parte pendiente de pago de ese kit. A partir de esos 6 años el contrato de renting se rompe y el kit pasa a la propiedad del socio para que le siga produciendo ese ahorro durante 16, 17 o 18 años más, y ya se queda él con el ahorro del 30%, y si en el futuro se abre lo del balance neto, pueda verter a la red. Nosotros pensamos que el balance neto de aquí a 2020 se va a permitir porque es una medida de eficiencia energética básica para pequeño consumidor que está ya en toda Europa.

Socios de la cooperativa en unas jornadas de energía verde. (2016).

También hacemos también proyectos de eficiencia energética para ayuntamientos. Un caso real es el de Torrejón del Rey en Guadalajara, hicimos un contrato de eficiencia energética y analizamos de forma práctica cuales eran los problemas que tiene su sistema eléctrico. Les dijimos que podían ahorrar 50.000 euros y con ese ahorro hace mejoras para una mayor eficiencia energética o poner placas de autoconsumo en las dependencias municipales. De este modo se contribuye a reducir el 20 % de las emisiones de CO2 que preconiza la Unión Europea para las administraciones públicas para el año 2020.