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Soy biólogo, he trabajado muchos años en la provincia de Guadalajara en temas de medio ambiente. Como técnico de campo me he dedicado a proyectos de cara a la biodiversidad. Durante unos años fui cooperante en el extranjero en África, estuve trabajando para cooperación al desarrollo. Soy uno de los portavoces e impulsores de la Plataforma para una Transición Ecológica Justa. La plataforma nace hace año y medio ante la previsión del PENIET (Plan Especial de Energía y Clima) promovido por el MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). Cuando vemos este plan y la cantidad de gigavatios que se van a instalar de renovables a gran escala tanto de eólica como fotovoltaica nos proponemos como objetivo crear un debate sobre esta transición energética, si era adecuada o no, los impactos que iba a tener y si realmente era eficaz contra el cambio climático. Un grupo de científicos y colectivos a nivel estatal formamos ALIENTE (Alianza Energía y Territorio) que básicamente tiene los mismos objetivos que la Plataforma, intentar que la transición se haga de manera ordenada y que el modelo sea un modelo justo y sin los impactos ambientales que puede provocar.

"La gran oportunidad que nos brindan las renovables es acercar la producción de energía a los centros de consumo"

¿Qué otro modelo preconizáis en estas plataformas?
La transición a las renovables es absolutamente necesaria para luchar contra el cambio climático pero creemos que el modelo es equivocado. Se va a un modelo centralizado de energías renovables. La gran oportunidad que nos brindan las renovables es que podemos acercar las centrales de producción de energía a los centros de consumo, principalmente a las ciudades. No como se hace ahora que se ponen en el medio rural para alimentar los medios urbanos. El modelo actual beneficia a las grandes empresas, tiene un menor coste para ellas, para su negocio, pero es de un mayor coste para la ciudadanía.  Un modelo distribuido basado en el autoconsumo daría la posibilidad de convertir a toda la ciudadanía en productores de energía y que todo el mundo pudiera participar en los mercados de electricidad con sus pequeñas plantas de generación en tejados o en zonas urbanas y que la energía pasase a ser un bien común y no un negocio especulativo como es ahora en manos de unos pocos actores. Que los actores seamos los propios ciudadanos que produzcamos nuestra propia energía y el sobrante lo podamos compartir y vender a otros ciudadanos. Y lo más importante de este modelo es que es algo a lo que obligan las directivas europeas, que son las que dictan cómo se debe hacer la transición energética. El principio rector de esa política debe ser la eficiencia energética. Antes de autorizar nuevas plantas de generación de energía, renovables o no, deben priorizarse unos criterios, cuánta eficiencia o ahorro podemos conseguir, hacer una ordenación del territorio que no se ha hecho y medir el impacto sobre el medio ambiente.

Lo que proponeis es una moratoria de instalaciones...
Se está dando una gran contradicción, por un lado se aprueba una Ley de Cambio Climático, que ahora mismo está en el Senado, con unos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero absolutamente mediocres, un 23% al año 2030 cuando los expertos de la Unión Europea consideran que debe ser por lo menos de un 55%. Por otro lado sabemos que las grandes centrales de energía renovable no son suficientes para conseguir esos objetivos, que ese es el problema. Sin conseguir ahorro y eficiencia no podemos reducir las emisiones de la manera necesaria. Nosotros pedimos una moratoria de unos meses o un año para planificar y ordenar todo esto bien, para analizar todos los impactos previsibles que va a tener. Nos dicen que eso es frenar la emergencia climática. Lo que nosotros proponemos es acabar con el oligopolio energético, ese es el único problema que tiene. Desde Estados Unidos, Australia, Vietnam, Alemania, están apostando por la fotovoltáica en los tejados.

Encuentre las diferencias.

“Nos proponen un modelo que representa un impacto brutal en las formas de vida del medio rural para algo que no va a ser suficiente para luchar contra el cambio climático”


¿Qué problemas causan los megaparques en las zonas rurales?
Los megaparques atentan contra los bienes comunes. Por un lado el impacto paisajístico es tremendo, lo que significa un impacto sobre un bien común, además es un bien esencial para el turismo rural, ahora mismo una de las principales actividades económicas en la provincia. Además la fotovoltaica y eólica por su densidad energética necesitan la ocupación y destrucción de miles de hectáreas de terreno, lo que está dejando sin tierras para poder trabajar a agricultores y ganaderos. Organizaciones agrarias como APAG y UPA están reclamando lo mismo que nosotros, que se haga una ordenación del territorio para evitar esto. Y en cuanto daños a la biodiversidad ya se sabe que la energía eólica mata a miles de aves y de murciélagos, pone en riesgo la viabilidad de sus poblaciones y les empuja a la extinción. Pero la fotovoltaica también provoca daños, ocupa miles de hectáreas que pasan de ser zona natural agrícola y ganadera a ser un polígono industrial con lo cual es imposible que permita acumulaciones de animales silvestres.

¿Qué opinas sobre la proliferación de megagranjas de porcino y avícolas?
Es un poco lo mismo, son modelos de negocio que lo que hacen es favorecer a los grandes capitales, a las grandes empresas, en contra del pequeño productor, que son realmente los que mantienen la vida y la economía de la población en el medio rural. Pero además estas macroinstalaciones ya sean ganaderas como energéticas tienen unos impactos tremendos sobre la biodiversidad, sobre la calidad de vida y sobre el futuro del medio rural y redunda en la despoblación que sufrimos.

¿Es posible otro modelo ganadero?
Claro que es posible, lo que se trata es de que las políticas lo promuevan y no amparen otro modelo. Si consigues hacer venta directa, vender un producto de calidad saltándote los intermediarios que es donde está el problema, sí que sale a cuenta. Es posible hacerlo, un grupo de gente tuvimos una experiencia de negocio de menos de 300 cabras, lo hicimos rentable económicamente haciendo venta directa y haciendo un producto de calidad. ¿Qué pasa con el cabrito? Un producto típico de Guadalajara que hasta hace años era un motor económico. Es una marca que hemos destrozado porque se está vendiendo cabrito de instalaciones intensivas de leche de Andalucía, Murcia o de otras provincias de Castilla-La Mancha que producen leche en polvo, y como esas instalaciones se dedican a la leche venden el producto regalado. Y los cabreros de Guadalajara de extensivo, con cabra del monte realmente criada con una alimentación natural no pueden competir porque les pagan sus cabritos como otros cabritos que no tienen nada que ver en cuanto a la calidad. Si se ayuda a esos productores a hacer venta directa y a poner en valor el producto, entonces este tipo de ganadería sería rentable.

Háblanos de tu experiencia de cooperación en África
Mi experiencia en concreto fue en Guinea Bissau, un país subsahariano que medioambientalmente es muy rico, yo trabajaba allí cooperando en la red de parques nacionales y en la protección de la biodiversidad. Allí la conservación de la biodiversidad se ve como un bien porque es la base de la alimentación, allí lo tenían muy claro, necesitaban conservar la naturaleza para poder subsistir. Aquí hemos perdido esa conexión con la naturaleza y no nos damos cuenta de que el suelo y la biodiversidad es la base de la vida. África es un continente expoliado desde hace cientos de años por parte de países europeos. No es que no tengan recursos, que tienen más que nosotros, es una cuestión de injusticia. Es lo que nos pasa en España en relación con Europa.

¿Quién está detrás de las grandes empresas de los megaproyectos energéticos?
Se trata de empresas dominadas por los grandes fondos de inversión, y para colmo también a estas empresas las financiamos nosotros, los consumidores. Porque el Estado les asegura un precio mínimo de la energía. Tienen el negocio asegurado. Les pagamos también la red de transporte en nuestra factura de la luz.

¿Realmente es necesaria tanta generación eléctrica para el consumo actual?
Ahora mismo hay proyectos presentados para más de 200 gigavatios (GW)solo en renovables a lo que hay que sumar el mantenimiento de las centrales de ciclo combinado por 25 GW hasta 2030. Se prevé ir disminuyendo la nuclear pero también la mantenemos. Cuando las necesidades medias del país son 30 GW, y los picos de consumo, cuando más se consume solo llegan a 40 GW ¿Por qué es necesaria tanta generación eléctrica? Parece que quieren que España sea el granero energético de otros países europeos que no quieren poner más molinos en su territorio. Por otro lado lo que nos están diciendo científicos como Antonio Turiel, uno de los mayores expertos en temas de energía, es que con las renovables, es decir con la electricidad, solo podemos cubrir de un 30% a un 40% de la energía que actualmente consumimos. Por eso no tiene sentido hacer un gasto tan grande de materiales porque estas tecnologías necesitan de Tierras Raras, unos minerales que son muy escasos, además de que la mayoría de la producción (95%) está ahora mismo en manos chinas. Aparte del problema geopolítico se han hecho cálculos que al ritmo que exige la transición energética acabamos con estos minerales en 20 años, con lo cual ¿qué vamos a hacer después?

¿Es posible parar estos megaproyectos?
Sí, lo conseguimos desde la Asociación Dalma, en los primeros proyectos de eólicos, en la provincia de Guadalajara de hace 15 o 20 años se pudieron parar los que eran más perjudiciales medioambientalmente. Ahora da la sensación de que todo vale, se han planteado proyectos que antes eran impensables. Lo que no se tiene en cuenta es que estos planes pueden conducir al mayor desastre ambiental afectando a tanta superficie al mismo tiempo y en tan poco tiempo. Y lo estamos haciendo sin planificar, sin informar a la ciudadanía. Nos proponen un modelo que representa un impacto brutal en las formas de vida del medio rural para algo que no va a ser suficiente para luchar contra el cambio climático. Mientras existe un modelo alternativo en el que sí conseguimos todo eso y que además es obligatorio a nivel europeo, es una gran contradicción, una gran injusticia y un gran error sobre todo.

Luis Bolonio en los puertos de Beceite. (Teruel)

¿Puede el ciudadano particular hacer algo para cambiar esta situación?
Los gobernantes y las grandes empresas cuando hay oposición de una ciudadanía informada y que reclama sus derechos se lo tienen que pensar. Por eso yo recomendaría sacar tiempo para  poder cotejar la información que nos dan porque nos están inundando con publicidad... Y una vez que lleguemos a la conclusión de que es un error que vamos a pagar nosotros y las generaciones venideras, reclamar, luchar desde las plataformas que salen tanto a nivel local, regional como nacional. Y lo que sí te digo, es que el cambio en el último año es tremendo, ahora hay mucha respuesta social en todo el país a estos proyectos.  

¿Hay megaproyectos energéticos que afectan a la comarca de Sigüenza?
En 2018 se presentan cuatro proyectos eólicos en la zona de Sigüenza, en realidad es el mismo proyecto, la misma empresa con la misma línea de evacuación. Suelen fragmentan los proyectos para que la evaluación del impacto ambiental sea más favorable. Se presentaron a consultas previas y presentamos alegaciones. El que ha aparecido ahora ya a información pública es uno de esos cuatro, el que afecta a Algora al lado del Parque Natural del Río Dulce. Es un atentado contra la biodiversidad, poner un parque eólico al lado de un parque natural. El proyecto atenta contra la economía, contra la historia y contra un símbolo de Sigüenza. Pero sabemos que los otros proyectos siguen ahí coleando y que las empresas se siguen planteando presentarlos. Quiero hacer un toque de atención a la ciudadanía para que permanezca atenta y vigilante porque sería una tragedia para Sigüenza, el segundo destino más visitado de Castilla-La Mancha, que basa su economía en el turismo y en el paisaje, rodearla de aerogeneradores. Para parar estos proyectos es necesario por una parte la movilización social, nosotros hemos hecho alegaciones a ese proyecto y en el caso de que el siga adelante y se haga una declaración ambiental positiva, nos planteamos acciones judiciales.

Entrevista: José María Cañadas

Más información sobre ALIENTE (Alianza Energía y Territorio) en su página web: https://aliente.org