En 1989 gana el premio de novela erótica La Sonrisa Vertical una joven y desconocida madrileña, licenciada en la Facultad de Geografía e Historia, que atiende por el nombre de Almudena Grandes con una obra singular, Las Edades de Lulú, en que narra los avatares horizontales de una muchacha desde la adolescencia. El éxito es tan rotundo que la historia termina en el cine (algo que ocurriría con otras obras de la autora), con una exuberante y sexy Francesca Neri dándole la tabarra a Oscar Ladoire. Y también la película, dicho sea de paso, constituyó un gran éxito. Pero fue una aparición estelar de tracto único, ya que el género no volvió a ser cultivado por la neófita escritora, que continuó su trayectoria literaria, amplia y fecunda, por otros derroteros. Relevancia tuvieron creaciones como Malena es nombre de tango, Los aires difíciles o El corazón helado.

En general,  sus obras tienden a reflejar el marco vivido de la España de finales del siglo anterior o la actual, siempre exponiendo una imagen de realismo en la que los personajes reflejan claramente las pasiones y condiciones de la época. Aunque carece de militancia concreta, su ideología izquierdista se refleja claramente a lo largo de su obra narrativa, así como en las columnas semanales que aparecen en un diario de tirada nacional. Y esa ideología, junto con una evidente influencia galdosiana, la ha llevado a concebir Episodios de una guerra interminable, una serie de ficción de seis historias que refleja la España de la guerra civil y los años posteriores y que comenzó con Inés y la alegría (premio Elena Poniatowska en México), y continuó con El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita.

Ahora surge la cuarta entrega, Los pacientes del doctor García, en la que nos vamos a los años del final de la guerra mundial en los que España se convierte en una bicoca para los nazis que huyen de Europa cuando empiezan a temer por su cuello y encuentran en nuestra acogedora tierra un refugio que les acoge con los brazos abiertos, bien para darles un futuro, bien para servirles de lanzadera para Sudamérica. Grandes construye una historia en la que se mezclan personajes ficticios (el llamado doctor García y su amigo Manuel Arroyo, almas de la novela), con otros reales (Clara Stauffer, medio alemana y medio española, nazi y falangista, promotora de una red que colocó a muchos criminales de guerra en Argentina, el famoso austriaco Otto Skorzeni, que rescató a Mussolini de su arresto en el Gran Sasso y terminó muriendo en Madrid en 1975, o el dictador ustacha de Croacia Ante Pavelic, también fallecido en nuestra capital en 1959).

La historia también es una mezcla de aventura (los personajes cambian de personalidad tras la guerra, para poder sobrevivir e infiltrarse en organizaciones enemigas), retrato social y folletín (las historias afectivas resultan un tanto vulgares), pero eso sí, con una gran dosis de militancia ideológica. Amena, lo mejor es la muestra de una época en gris que parecía interminable.