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En el Reino Unido se hicieron eco de la huelga española la BBC y The Guardian, que incidían en los millones de personas que se unieron a la huelga. En Estados Unidos la CNN, The New York Times y The Washington Post destacaron que fuera uno de los mayores paros a nivel internacional. En el mismo sentido, los periódicos franceses Le Monde y Libération también tuvieron espacios específicos dedicados al gran éxito de la huelga en España. Incluso L´Osservatore Romano, el periódico oficial del Vaticano, registró la “primera huelga feminista celebrada en España”.

Todos los medios españoles y muchos otros medios internacionales registraron la celebración del Día Internacional de la Mujer en España coincidiendo en que se trató de una jornada “histórica” y de una huelga “sin precedentes”.

Y esta vez Sigüenza también hizo historia celebrando una manifestación en la Plaza Mayor a la que se sumaron más de cien personas. 

Por una vez, no nos enteramos de cómo los demás contribuían a que un día se convirtiera en histórico, sino que nosotras y nosotros también lo hicimos histórico. Esta vez no nos quedamos observando cómo los acontecimientos importantes sucedían en otros lugares a través de nuestros televisores. Esta vez ya no fuimos espectadores, fuimos protagonistas. Las vecinas y vecinos de Sigüenza supimos percibir la importancia de este día y estuvimos a la altura de las grandes capitales en las que siempre parece que suceden los acontecimientos importantes y desde las que nos llegan las noticias.

Sigüenza estuvo a la altura de Madrid, Barcelona, Sevilla, Santiago de Compostela, Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián, Bilbao, etc.

La huelga feminista fue un éxito mundial y sin embargo es triste comprobar como aún hay mucha desinformación y prejuicios sobre la lucha feminista y en concreto sobre el término “feminista”, causando demasiado a menudo reacciones de oposición y rechazo hacia algo que es esencialmente bueno.

La Real Academia Española define el término “feminismo” como:

1. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.

2. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.

Según estas acepciones ¿qué se puede encontrar de negativo en el feminismo? ¿qué es lo que puede producir rechazo? Al fin y al cabo se trata de una lucha por la justicia social y los derechos humanos.

Hay gente que piensa que el feminismo es el extremo opuesto al machismo. Nada más lejos de la realidad: El feminismo es fundamentalmente una lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social. Y no cabe opresión de ningún género sobre el otro. Ni del género masculino sobre el femenino, ni del género femenino sobre el masculino. Que no te engañen, feminismo es igualdad de género.

También hay personas que se fijan en actitudes puntuales de personas o colectivos autodenominados feministas y que comenten actos que pueden considerarse agresivos, violentos o inadecuados. Todos hemos visto en la tele cómo grupos violentos quedan antes de un partido de fútbol para pegarse produciendo numerosos daños materiales e incluso víctimas mortales, y a nadie se nos ocurre estigmatizar el deporte del fútbol como algo violento en sí. Lo mismo ocurre con aquellos que se autodenominan animalistas y profieren insultos y amenazas contra toreros y sus familiares: sabemos entender que no son representativos del movimiento que defiende los derechos de los animales.

Repito: El feminismo es una lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social que pretende construir un mundo mejor para todas y todos.

Habrá quien piense que el feminismo no es necesario, que ya hay igualdad y libertad. Revisemos algunos datos:

Brecha salarial: La diferencia de sueldos entre el hombre y la mujer se sitúa en el 24%, la mayor en los últimos 6 años.

Paro: En España hay 2,3 millones de desempleadas, el 42,8% desde hace más de 2 años.

Empleo: La tasa de empleo masculina es del 53,33%, frente al 42,17% de tasa de empleo femenina, casi 2 millones de mujeres ocupadas menos que los hombres.

Precariedad laboral: El 72,17% de los contratos a tiempo parcial son de mujeres.

Labores domésticas y cuidado familiar: Las mujeres españolas se encargan diariamente, durante casi cuatro horas y media, de las tareas del hogar y del cuidado de menores, mayores o familiares dependientes, frente a las dos horas y media que dedican los hombres que se ocupan de estas mismas labores.

Liderazgo empresarial: El porcentaje de mujeres españolas directivas es del 27%.

Pobreza y exclusión: En España existen 1,4 millones de mujeres en edad laboral en situación de pobreza o exclusión social, y afecta principalmente a las jóvenes de entre 16 y 29 años, desempleadas de larga duración con responsabilidades familiares no compartidas y sin estudios.

Violencia machista: En lo que llevamos de año, 18 mujeres han sido asesinadas víctimas de la violencia machista.

Política: De los 350 escaños disponibles, solo 138 están ocupados por mujeres. Recordemos que la ley electoral española “exige el equilibrio de género en los parlamentos”.

Pensiones: Las mujeres pensionistas en España perciben una pensión de unos 450 € menos que los hombres. La media de pensiones en mujeres es de 740 € y en hombres es de 1190 €.

Si al hecho de que las mujeres durante su vida activa ya cobran menos que los hombres (brecha salarial) le sumamos el que se ocupan de las labores domesticas y la crianza de las hijas e hijos abandonando sus puestos de trabajo o acogiéndose a reducciones de jornada, tenemos que estas mujeres serán seriamente penalizadas en su etapa de jubilación al no haber cotizado durante los años que renunciaron a sus trabajos para hacerse cargo de las responsabilidades familiares.

Si nos enfocamos en el mundo rural, veremos que éstas situaciones se pronuncian. En Castilla-La Mancha viven más mujeres en el medio rural que en resto de España. La tasa de ruralización de las mujeres manchegas es del 16%, considerablemente superior a la del conjunto de España, 6,3%. 

Según la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, el 60% de las víctimas mortales de violencia machista sucede en el mundo rural, y la diferencia salarial tiene mayor incidencia entre las mujeres rurales que cobran entre 400 y 600 € menos que los hombres.

El feminismo lucha para acabar con estos desajustes, por eso la huelga feminista convirtió el pasado 8 de marzo en un día histórico y supuso un gran estimulo en la lucha por un mundo mejor para todos y todas.

Por último (y sin embargo lo más importante) quiero dar las gracias a las mujeres y hombres que tuvieron la iniciativa de celebrar la manifestación y que trabajaron para que saliera adelante: Os admiro y os aplaudo.