La Plazuela en las redesVideos de La Plazuela

Ya sabemos que Sigüenza es un lugar maravilloso por su catedral, su castillo, sus edificios y sus calles que son testimonio del poderío de algunos personajes de las generaciones pasadas. Sin duda es una suerte contar con tal patrimonio histórico y artístico y, sin embargo, lo que nos va a hacer ser felices no son las piedras. Lo que nos va a hacer grande como pueblo no va a ser el catálogo patrimonial, sino la calidad de la gente, nuestra capacidad para desarrollarnos y crear un mundo más justo y feliz para las generaciones que nos siguen.

En este sentido, no sólo en Sigüenza sino en el mundo, hay mucho por hacer porque, mientras siga existiendo la violencia de género, viviremos en un mundo injusto en el que se violan a diario los derechos fundamentales de la mitad de la población.

En Sigüenza tenemos gente que trabaja para frenar las injusticias y, concretamente, para erradicar la lacra del machismo. Y esto sí que es una grandísima suerte. En esta ocasión nos vamos a fijar en el Centro de Información Juvenil “La Salamandra” y en su genial iniciativa de traernos, el pasado 20 de julio, la exposición “La igualdad de género en perspectiva”, promovida por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y Cruz Roja Juventud, y que además incluía talleres de concienciación.

La exposición se fundamentaba en la idea de que “no podremos convivir en seguridad, paz y situación de igualdad mientras exista violencia machista” y se estructuraba en tres bloques: 

El primero, sobre los tipos de violencia, en el que se incluían los paneles “Violencia contra las mujeres”, “Violencia simbólica”, “Amor romántico”, “Trata de mujeres con fines de explotación sexual”, “Brecha salarial”, “Techo de cristal” y “Salud y género”. Este grupo nos ofrecía una amplia panorámica de las desigualdades y discriminaciones que sufrimos las mujeres y que afectan a todos los ámbitos de nuestra vida, tanto privados como públicos, tales como la integridad física y psíquica, las responsabilidades familiares, el desarrollo profesional, la salud, la libertad sexual, las relaciones afectivas y la intimidad.

El segundo visibilizaba los grupos más vulnerables con los paneles “Multiculturalidad”, “Mujeres y discapacidad” y “LGTBIQ+”. Aquí se incidía en el hecho de que cualquier tipo de discriminación es acrecentada por la condición de género de modo que la discriminación es múltiple: por ser extranjera y por ser mujer; por ser discapacitada y por ser mujer; o sencillamente por no encajar en el sistema herteronormativo y tener una identidad sexual distinta de la mayoritaria.

El bloque final, centrado en las estrategias para erradicar la violencia contra las mujeres, dedicaba paneles a la “Co-educación”, “Co-responsabilidad”, “Sororidad” y “Empoderamiento”. Así, la exposición terminaba ofreciendo vías de trabajo para acabar con todas las fuentes de violencia expuestas. Las dos primeras se fundamentan en la integración y en la educación en igualdad; mientras que las dos segundas se enfocan en promover la autoestima, la autoafirmación, la seguridad y el poder de decisión de las mujeres.

Termino con una frase de Mary Shelley recogida en uno de los paneles: “No deseo que las mujeres tengan más poder sobre los hombres sino sobre ellas mismas”.