Normalmente no damos la suficiente importancia a las acciones de dominio masculino en la vida cotidiana. Los micromachismos son maneras que los hombres usan para imponer a las mujeres sus propios deseos, intereses y razones habitualmente. No nos damos cuenta de lo importantes que son para perpetuar la violencia, abuso y control en la sociedad machista.
A veces no suponen mala voluntad ni son reconocidos, sino que son parte del proceso de “hacerse hombres” en la sociedad patriarcal. Otras veces se hace a propósito siendo conscientes de la acción que se realiza para obtener el control sobre la mujer. La mayoría de ellos son realizados sin darnos cuenta y muchos de ellos los hemos normalizado bastante hasta el punto de realizarlos continuamente.
Los micromachismos se alejan bastante de la violencia física, pero tienen las mismas intenciones: garantizar el control sobre la mujer y reducir los derechos y oportunidades de las mujeres.
Esta es la amplia lista de micromachismos que hemos conseguido detectar en los últimos días, en lugares como el instituto, en la calle o incluso en casa:
• Las chicas no podéis jugar al fútbol porque sois muy malas.
• En la excursión de fin de curso, nuestro profesor nos obliga a ir con vestido cuando vamos a la discoteca. Los chicos pueden vestir como quieran.
• No pegues a una chica porque es más débil.
• Jugar con muñecas es de niñas.
• El lugar de la mujer está en la cocina.
• Yo quito la mesa mientras mi hermano ve la televisión.
• Hago las camas y mi hermano ve la televisión.
• Las mujeres conducen peor que los hombres y mi padre no deja conducir a mi madre.
• En mi grupo de música la gente se sorprendía al ver que hay más chicas que chicos.
• A los chicos no les gusta la moda, es cosa de chicas.
• Los chicos no pueden tener peluches, es de chicas.
• Los hombres no lloran, lloras como una niña.
• Gritas y corres como una chica.
• El cuidado de los hijos es exclusivo de la mujer.
• En un restaurante pido el menú y se lo dan a mi padre.
• En el instituto las chicas no juegan al ping-pong o futbolín casi nunca.
• Al tender la ropa me preguntan porque lo hago si soy un chico.
• Los símbolos de los baños representan a las mujeres con falda o vestido.
• Me miran raro si digo que me gusta el maquillaje siendo chico.
• La gente se extraña porque soy un chico y la funda de mi portátil es morada.
Muchos de los micromachismos enumerados sin darnos cuenta ponen a la mujer en inferioridad de derechos y tienen lugar en el día a día en la sociedad actual.
¿Qué pensáis? ¿Estas actitudes deberían cambiar? ¿Cómo podríamos reducir el machismo en la sociedad actual?
Nuestra opinión es que sí deberían de cambiar, dándonos cuenta y detectando cada uno de los micromachismos que realizan las personas y procurando reducirlo mentalizándonos de lo que son y que los hay a montones. Tenemos que reducir la violencia de género para obtener una sociedad más igualitaria, y entre todos/as podemos lograrlo.
Espacio Jóven: Adalía Gómez Merino, Javier Rodrigo López, Iuliana María Ciudin, Nacho Caballero Albacete.
Ilustración: Susana Gómez Culebras