Entre los objetivos de la Fundación Ciudad de Sigüenza, está la participación de la sociedad civil, como agente dinamizador que presenta iniciativas y colabora con distintas instituciones para la consecución de las mismas. Recordamos dos actuaciones, en el Pósito y en La Salamandra, que dan fe de esta colaboración.
El Pósito
Una de las heridas que se contemplaban en el casco antiguo, al igual que la iglesia de Santiago, eran las ruinas del Pósito. Desde los incendios del año 36, detrás de unas rejas y en la calle del Peso, pasaban más desapercibidas al estar en esta calle menos transitada que la calle Mayor. Una simple curiosidad nos llevó a indagar en las condiciones en que se encontraban estas ruinas; no encontramos ningún tipo de información y ello nos llevó a solicitar al Registro de la Propiedad una copia, si es que existía, de la inscripción del inmueble. Afortunadamente, con fecha 16 de septiembre del año 2000, el Registro de la Propiedad emitió la correspondiente copia, una inscripción, (¿1965? ¿1966?), que agrupaba varias fincas y relataba el proceso de cesión por parte del Ayuntamiento a las Hijas de la Caridad, para ampliación de los espacios del Colegio de San José con fines docentes; la construcción tendría que estar terminada en dos años y si no se construía en plazo de cinco años y su destino no se mantenía durante treinta años siguientes, el solar edificado revertiría automáticamente en pleno dominio al patrimonio municipal. Lamentablemente el Colegio de San José fue a menos, hasta su desaparición a principios de los 80, por ello estaba claro que tocaba al Ayuntamiento actuar, en algún momento, en este inmueble, ya que habían pasado más de 30 años contemplados en la inscripción. Repartimos copias de esta inscripción del Registro. Un concejal la guardó y cuando llegó al Ayuntamiento, con facultades para poder actuar, en el año 2003, se puso manos a la obra. Miguel Canfran solicitó una reunión con el Obispo, D. José Sánchez, y le expuso la situación en que se encontraba el inmueble. La solución no era tan fácil como parecía, ya que la inscripción no solo contemplaba el Pósito, sino que había otras propiedades anexas que habían sido adquiridas por las Hermanas de la Caridad, por lo que exigía unas actuaciones que se podrían complicar y alargar en el tiempo. Después de mucha insistencia y perseverancia, llegaron a un acuerdo, una vez consultados los servicios jurídicos, el Obispado hacía una cesión por 100 años al patrimonio municipal, y desde el Ayuntamiento se manifestó la intención de recuperar el edificio con un carácter cultural.
Sacar adelante este proyecto, por la dificultad que implicaba, por la alta inversión que suponía, era un acto de resolución y valentía, al igual que en su día fue acometer las obras del edificio del Torreón, pero si no se inicia, si no se arriesga, si no se lucha, nada puede salir adelante. Las obras comenzaron y se aplicó la inversión que se había conseguido con un Plan de Dinamización Turística, y el milagro se produjo, el Pósito se convirtió, después de todos los problemas y dificultades del proyecto que duró varios años, en el espacio cultural más importante de Sigüenza, un Auditorio, que gracias a la gestión del Ayuntamiento, y en concreto, en estos últimos ocho años, a la implicación de la concejal de Cultura Sonsoles Arcones, que ha dado cabida a la colaboración de distintas asociaciones, instituciones, etc., se ha conseguido una magnífica programación a lo largo de todo el año, a pesar del escaso presupuesto municipal, con todo tipo de eventos culturales, un espacio que necesitaba Sigüenza, como punto de encuentro y desarrollo de todo tipo de actividades.
La Salamandra
Una de las actuaciones, de la que la Fundación se siente más satisfecha, es haber participado, junto con la Asociación Sociocultural Seguntina, en la búsqueda de un espacio de ocio para los jóvenes. En el año 2001, surgió una gran movida social, padres e hijos reclamaban un espacio, un local para actividades de ocio, en los que los chicos pudieran pasar los largos y fríos inviernos seguntinos. Esta iniciativa se presentó al Ayuntamiento, y la Asociación invitó a la Fundación a colaborar en este objetivo. Nos pareció una idea estupenda, pues no hay otro patrimonio más valioso y con más futuro que los jóvenes.
La Asociación Sociocultural Seguntina, liderada por Beatriz Hervella, Luis Sardá y Pedro Alcántara, entre otros, y la Fundación Ciudad de Sigüenza, después de varios meses de negociaciones, llegamos a un acuerdo con Luis Benito, propietario en usufructo del Cine Capítol, para la cesión del Cine, junto con el local anexo, el Vértigo, y ubicar aquí ese espacio juvenil. Este acuerdo contemplaba, la compra por parte de la Fundación Ciudad de Sigüenza del proyector cinematográfico y varios elementos de valor de la sala, algunas butacas que podían ser reutilizadas y también, el compromiso, por parte de la Asociación y, personalmente, por Luis Sardá, en colaborar en la realización de un proyecto para un nuevo espacio que sustituyese al del Vértigo, este espacio fue La Antigua.
El acuerdo de cesión y derecho de obligaciones del inmueble, se plasmó en escritura pública el 8 de junio de 2001, compareciendo de una parte Luis Benito López y por la otra Antonio Manada del Campo, Beatriz Hervella y Ana María González,que asumían la cesión de derecho de explotación hasta el año 2011, fecha en que los espacios revertirían al Ayuntamiento, según acuerdo que se firmaron en el año 1931.
Una vez firmada la escritura con los derechos de explotación, empezaron las primeras actividades en las que participaron padres y muchachos. Luis Sardá, alma de la iniciativa, diseñó el logo de La Salamandra y así se denominó al espacio, se confeccionaron camisetas, se hicieron los carnets para los participantes, comenzaron las primeras actuaciones con cine, conciertos, juegos varios, salidas al campo para la limpieza de la Pinarilla, etc., lo que nunca faltó fue la fe y la ilusión en conseguir el objetivo.
Esta iniciativa se presentó a la Diputación, a través del Diputado Francisco Domingo. Una vez aprobado por el pleno del Ayuntamiento, la Diputación asumió la realización del proyecto para las obras de reforma y adecuación del local y de los jardines anexos al Cine, para espacio de ocio juvenil y lo que es más importante, el 100% de la financiación. La realización del proyecto llevó varios años y finalmente se inauguró en enero de 2006. El Ayuntamiento asumió la gestión del espacio, dentro de la Concejalía de Juventud, y el mayor acierto fue, en el año 2012, contratar a una persona que asumiera la gestión del espacio, Susana Gómez, una magnífica profesional, que a lo largo de estos años ha demostrado la eficacia y buena gestión, con una amplia programación de actividades, que ha sido fundamental para que los jóvenes puedan participar y disfrutar del ocio a lo largo de todo el año y tener una buena información con distintas ofertas de formación, de becas, de puestos de trabajo, etc. En fin, un proyecto, que ha cumplido lo que pedía la sociedad en ese momento y como dijo un alumno del Instituto, que participó desde el primer día en la movida, José Luis Granada, en una reunión en el Ayuntamiento, “No nos defraudéis”, entonces, todos pusieron de su parte lo mejor para que el proyecto saliera adelante. Así, acabaron estas dos historias con final feliz.
Antonio Manada del Campo
Fundación Ciudad de Sigüenza