Con la sala llena de público, los cines Albatros –Babel de Valencia, estrenaron el documental El Arquitecto de New York ( Endora Producciones, 2015) el pasado 21 de septiembre y se proyectó durante tres días más para dar oportunidad de verlo a más personas. El acto contó con la presencia de parte del equipo técnico y artístico que ha hecho posible este largometraje: arquitectos, guionistas, fotógrafos, sonido, montadores… que fueron presentados uno a uno por su directora Eva Vizcarra, quién al final cedió la palabra a Amparo Donderis, que dirigió unas palabras al público en representación de la familia Guastavino: “ En 1881 Rafael Guastavino se marchó a Nueva York, dejando a su familia la promesa de volver, no lo hizo, pero hoy vuelve a Valencia con este documental que rescata del olvido y pone en valor su vida y su obra. A mi abuelo, que conoció Nueva York de la mano del hijo del arquitecto, le hubiera gustado vivir este momento”. Un cálido aplauso abrió y después cerró la proyección de este largometraje documental, rodado en Valencia, Vilassar de Dalt, Villarrreal, Boston y Nueva York, con recreación de imágenes en 3D.
El Arquitecto de Nueva York
Es un documental que narra la apasionante vida de Rafael Guastavino ( Valencia 1842- Asheville, Carolina del Norte, 1908), considerado como uno de los arquitectos más influyente en EEUU en toda nuestra historia. Es responsable de edificios tan emblemáticos como la sala de conciertos Carneggie Hall, el edificio de la Reserva Federal, Grand Central Station y su Oyster bar, la sala de pasajeros de Ellys Island, la mayor sinagoga del mundo el Templo Emanu-El, La catedral anglicana más grande San Juan el Divino,la capilla d ela Universidad de Columbia, Pennsylvania Station ( demolida en 1963) Hospital Monte Sinai, o los bajos del puente de Queensboro, inmortalizado en la película Manhattan de Woody Allen.
La historia de Rafael Guastavino es la de un emigrante anónimo que llega a Nueva York en busca de fortuna y éxito y lo consigue. Es el mejor representante del sueño americano: abandonó una vida personal llena de infidelidades y desastres económicos y huyó en barco hacinado junto a otros europeos, pasando penalidades y miserias, rumbo a Estados Unidos, en busca de una vida mejor. Llegó hasta Ellys island, como un emigrante más pasó controles y exámenes antes de conseguir permiso de entrada, sin saber que con el tiempo, llegaría a reformar aquel edificio y convertirlo en una de sus obras más reconocidas.
En el Nuevo Mundo reinventó su vida sin dominar el inglés, con un hijo de nueve años , una relación sentimental fracasada y en un ambiente cultural ajeno, muy distinto al que había vivido en Valencia y Barcelona. Este nieto de italianos, que tocaba el violín y le gustaba el aceite de oliva y el buen vino, con sus cartas de recomendación firmadas en Barcelona y mucho empeño ,consiguió trabajar con los arquitectos más importantes, protagonizar la revolución arquitectónica de Nueva York, que hizo posible la construcción de los grandes rascacielos que dibujan el cielo de Manhattan y dejar su sello español impreso en el estilo de más de trescientos edificios públicos y privados por los que han pasado y se han fotografiado personajes relevantes de la historia Kennedy, Henry Kissinger, Valentín Fuster, Leonard Bernsteisn y del mundo del cine como Woody Allen y Kevin Costner.
Su éxito se debe a que en un país que estaba experimentando un crecimiento muy rápido, él supo enseñarles a utilizar austeros métodos constructivos de tradición mediterránea que patentó con su nombre : la bóveda de ladrillo plano o bóveda tabicada que rebautizó como Guastavino vaulting, aplicó nuevos materiales en lugar de la madera y los elementos metálicos que eran altamente inflamables y habían provocado numerosos incendios en Nueva York y Chicago y puso color a los edificios aplicando vistosas cerámicas de colores de estilo valenciano, como en los salones del lujoso Hotel Vanderbilt o en la estación de metro City Hall. Dicen que el arte valenciano que vieron los ojos del niño que acompañaba a su padre ebanista por las iglesias donde trabajaba, se refleja en los mejores edificios neoyorkinos.
El documental ha sido seleccionado para los Cannes Corporate Media & TV Awards en la sección de documentales de Historia y civilización, el próximo 13 de octubre, será el fallo del jurado del prestigioso Festival de Cannes.